Parada en el mismo centro de la tierra,absorta mirando esa enorme luna azulada,siento que la brisa otoñal se transforma en un fuerte viento circular y vertiginoso.Abro mis brazos en cruz y dejo que las rafagas tibias acaricien mi rostro.Aspiro hondo ,ritmicamente,y me dejo llevar hacia las profundidades infinitas de mi ser.
Las imagenes se vuelven distorsionadas pero rotundas.Toda mi vida pasa en segundos,los rostros amados,las angustias,las alegrias,las perdidas,todo lo veo y nada puedo hacer para detenerlas.Soles,lluvias y huracanes,el medio siglo que llevo conmigo confluye ahora,en este momento.Me siento gloriosa y pequeña ante la embestida brutal de tamaño milagro.Trato infructuosamente de volver a mirar la luna,pero es imposible.Como si todas las fuerzas del universo estuvieran puestas alli en una mezcla de goce y temor.
Pero no es nada mas que lo vivido.Rompo en llanto,y entonces si,todo se detiene.
La luna sigue ahi,y yo en el mismo lugar.Mi marido me llama desde la casa,me pregunta si tengo frio,yo me vuelvo hacia el,lo veo alli esperando mi respuesta y se que todo esta donde debe.Dentro mio.
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